Los suboficiales Jorge Isuiza y Eduardo Aguilar fueron heridos en las piernas cuando trataron de detener a estos extranjeros
Señores, lo que pasó en Surquillo es una muestra más de cómo la delincuencia extranjera está desbordando a nuestras autoridades. Dos ciudadanos colombianos atacaron salvajemente con un cuchillo a dos valientes policías que solo cumplían con su deber de protegernos.
El brutal ataque ocurrió en pleno cruce de las avenidas Angamos y Paseo de la República, donde los suboficiales Jorge Isuiza y Eduardo Aguilar intentaron intervenir a estos sujetos que habrían robado un celular. ¿El resultado? Ambos agentes terminaron heridos en las piernas por hacer su trabajo.
Pero la cosa no quedó ahí. Estos delincuentes, identificados como Julián Cely Alonso de 31 años y Diber Farfán Calderón de 35 años, no solo hirieron a nuestros policías, sino que además intentaron robarse el mismísimo patrullero. ¡Qué descaro, señoras y señores!
Todo comenzó cuando agentes de tránsito recibieron la alerta de un ciudadano sobre el robo de un celular. Al llegar al lugar, se desató la gresca. Uno de estos colombianos habría desenfundado un cuchillo y amenazado a un agente, quien tuvo que disparar para defenderse, aunque el disparo no logró impactarlo.
En medio del enfrentamiento, estos delincuentes no tuvieron reparos en intentar apoderarse del patrullero policial. Fue entonces cuando hirieron con el cuchillo a los dos suboficiales, quienes tuvieron que ser trasladados de emergencia para recibir atención médica.
La situación se salió tanto de control que fue necesario llamar unidades de refuerzo para poder reducir finalmente a estos agresores. Durante la inspección, los efectivos encontraron un cuchillo, varios celulares que habrían sido robados y sustancias ilícitas.
Ambos extranjeros fueron conducidos al Depincri San Borja, donde enfrentarían cargos por robo, lesiones y agresión a la autoridad. La Policía Nacional confirmó que los agentes heridos se encuentran bajo tratamiento antibiótico para prevenir infecciones.
La pregunta que nos hacemos es: ¿hasta cuándo vamos a permitir que ciudadanos extranjeros vengan a nuestro país a delinquir y agredir a nuestras autoridades? ¿Dónde está el control migratorio? Esta boca no se calla ante esta realidad que nos duele a todos los peruanos de bien.