La banda criminal habría enviado videos con municiones y granadas para intimidar al denunciante, mientras el agresor permanece prófugo
Miguel Pacori, padre de familia, habría recibido amenazas de muerte por parte de la banda delincuencial denominada «Los Trujillanos del Milagro», luego de conseguir que se dictara prisión preventiva contra Denis Machaca Quispe, quien presuntamente habría violado a su hija menor de edad.
Las intimidaciones habrían llegado el lunes por la noche, cerca de las 10:00 p.m., cuando criminales le enviaron mensajes amenazantes exigiéndole que abandone la denuncia contra el presunto agresor sexual. Entre los mensajes, habría recibido un video que mostraba municiones y una granada, con los nombres de su hija y sus otros hijos de fondo, en un claro intento de amedrentarlo.
«Me dijeron que sabían dónde vivía y todo lo que hace mi familia, incluso me describieron mis movimientos diarios y los de mis hijos», relató Miguel con visible angustia. «Yo ya no puedo hacer nada, la resolución ya está dada. No fui yo quien dictó eso, fue el fiscal. Soy un padre de familia preocupado y no tengo a dónde más recurrir, solo a la policía y a la prensa. Temo por la integridad de mis hijos».
Un proceso que inició en abril de 2024
La pesadilla para esta familia habría comenzado el 19 de abril de 2024, cuando la menor acudió a una fiesta en una discoteca donde presuntamente habría conocido a Machaca Quispe, quien según las investigaciones, habría abusado sexualmente de ella.
Tras un arduo proceso de recolección de pruebas, en abril de 2025 el Poder Judicial dictó nueve meses de prisión preventiva para el presunto violador. Sin embargo, Machaca Quispe nunca fue detenido y continúa prófugo de la justicia, lo que agrava aún más la situación de desprotección de la familia.
Escalada de intimidaciones
Miguel aseguró que desde que interpuso la denuncia, habría recibido varias visitas sospechosas de personas que intentarían persuadirlo para que retire los cargos. Las amenazas habrían ido escalando peligrosamente hasta llegar a las intimidaciones con armas.
«Esa persona que me mandó el mensaje me dijo que si sigo molestando a quien lo contrató, me hará una segunda visita con esas municiones. Por eso pido a los efectivos que puedan capturar a esta persona. Temo por la seguridad de mi familia», expresó con preocupación.
El padre de familia hace un llamado urgente a las autoridades policiales y judiciales para que capturen cuanto antes al presunto violador y brinden garantías de seguridad para él y sus seres queridos.
Esta situación evidencia cómo las bandas criminales estarían operando para proteger a presuntos violadores, utilizando el terror como método para silenciar a las víctimas y sus familias. Un caso que pone en evidencia la necesidad urgente de que las autoridades actúen con mayor eficacia en la captura de prófugos y la protección de denunciantes.