Imágenes impactantes revelan cómo usarían la presión del agua en galerías subterráneas para eliminar evidencias de sus crímenes
En medio del horror por el hallazgo de los 13 trabajadores de seguridad asesinados en Pataz, una grave denuncia llega a nuestra redacción que evidenciaría un patrón criminal sistemático que habría permanecido oculto durante meses. Imágenes extremadamente perturbadoras de un rescate realizado una semana antes de la reciente masacre revelarían el modus operandi de los grupos criminales que operan en las galerías de minera «La Poderosa».
Según fuentes que contactaron a China Polo Dominical, estos grupos habrían estado utilizando la fuerza de la presión del agua en conductos de desfogue para literalmente desintegrar restos humanos, dejando únicamente fragmentos óseos irreconocibles. Las impactantes imágenes, que por su naturaleza extremadamente gráfica no pueden ser mostradas al público general, demostrarían que este no es un caso aislado, sino una práctica recurrente.
Esta denuncia cobra especial relevancia considerando que, según investigaciones realizadas en Pataz, existirían múltiples desapariciones no reportadas oficialmente. Un familiar de un trabajador desaparecido en 2023 había declarado a medios que tras contratar investigadores privados, descubrieron que «habría 80 cuerpos enterrados solamente en el distrito de Pataz», y que diariamente ocurrirían muertes cuyos cuerpos «los entierran, los esconden o los tiran a otras zonas inaccesibles».
El hecho de que estas imágenes pertenezcan a un operativo previo a la masacre de los 13 trabajadores demostraría que las autoridades ya contaban con indicios de estas prácticas atroces, pero no habrían tomado medidas efectivas para detenerlas. El caso reciente no sería un hecho aislado, sino parte de un patrón sistemático de violencia extrema que recién ahora estaría siendo expuesto.
Pablo de la Flor, gerente de asuntos corporativos de minera Poderosa, habría señalado que la PNP no cuenta con «equipamiento ni capacidad operativa para enfrentar a mineros ilegales en galerías subterráneas», lo que explicaría parcialmente la dificultad para investigar estos crímenes y daría cuenta de la impunidad con que operan estos grupos.
Organizaciones criminales como «Los Buitres de Pataz», identificadas por las autoridades tras el hallazgo de fosas comunes en octubre pasado, estarían detrás de estas prácticas. Este grupo, conformado por exmilitares y delincuentes experimentados, habría establecido un sistema de control absoluto sobre la minería ilegal en la región, eliminando a cualquiera que amenace sus operaciones.
Las autoridades enfrentan ahora la presión de investigar no solo el reciente asesinato de los 13 trabajadores, sino todo el sistema criminal que durante años habría operado con impunidad en la zona, utilizando métodos tan atroces como el revelado en estas imágenes para deshacerse de sus víctimas.