El gerente de Administraciones y Finanzas recibió justicia popular por no dar explicaciones sobre demoras en obra de pista de aterrizaje
¡Señores! Una vez más vemos cómo la desesperación del pueblo llega al límite. Un grupo de ronderos de Jaén tomó justicia por sus propias manos y castigó con latigazos al gerente de Administraciones y Finanzas de Corpac, José Luis López, por no dar explicaciones sobre los constantes retrasos en los trabajos de la pista de aterrizaje del aeropuerto local de Cajamarca.
Los comuneros, cansados de promesas vacías, sujetaron al funcionario mientras uno de ellos le propinaba chicotazos, todo esto frente al alcalde de Jaén, Francisco Delgado Rivera. ¿Hasta cuándo la población debe esperar que se cumplan las obras prometidas?
«Usted nos va a escuchar, señor. Hay que cumplir lo que se dice. No somos juguetes de nadie. La población no es juguete de nadie. ¡Necesitamos que se cumpla!», gritó enojado uno de los ronderos mientras aplicaba el castigo tradicional.
Miguel Guevara, presidente de la Confederación de Rondas Campesinas y Nativas, había expresado previamente su indignación y anunciado las medidas que se tomarían contra López Guzmán si no cumplía con sus compromisos.
«Se les planteó que si ustedes no van a cumplir, nosotros vamos a tomar el aeropuerto y es lo que se ha hecho el día de hoy. Porque ya estamos cansados de tanta burla en esta provincia de Jaén. Dijo que el 21 del mes pasado, se iba a entregar esta obra. ¿Hasta cuándo vamos a estar, señor, esperando?», declaró ante un medio.
El presidente rondero fue claro sobre sus motivos: «Nosotros estamos haciendo la justicia popular, defendiendo los intereses del pueblo. Y como usted está a cargo de cuerpo, señor, en este momento nosotros, como costumbre de la ronda, le vamos a meter sus latigazos a usted, porque usted es el encargado».
Esta situación evidencia el hartazgo de las comunidades frente a funcionarios que no cumplen con sus obligaciones y mantienen en el abandono obras fundamentales para el desarrollo regional. ¿Acaso los pueblos deben llegar a estos extremos para que se les haga caso?
La obra del aeropuerto de Jaén representa una necesidad urgente para la conectividad y desarrollo económico de la región, y los constantes retrasos han generado la justa indignación de una población que ya no cree en promesas.