ÁncashÁncash abandonado: MEF paraliza 3 hospitales dejando medio millón de ancashinos sin esperanza mientras Recuay marcha a Lima

Avatar photo Redacción CP11 de agosto de 2025

Crisis sanitaria regional total: Caraz, Casma y Recuay paralizados por 3 meses, Pomabamba con fallas estructurales y 400 millones en riesgo

Una crisis sanitaria sin precedentes golpea a Áncash con la brutalidad de una política sistemática de abandono: el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) habría paralizado por tres meses la construcción de los hospitales de Caraz, Casma y Recuay, dejando a más de medio millón de ancashinos atrapados entre hospitales obsoletos que colapsan y obras nuevas que no pueden terminar. La desesperación habría llevado a una delegación de Recuay a viajar hasta Lima para exigir justicia.

La paralización formaría parte de una crisis nacional donde el MEF no habría transferido S/ 3.000 millones del presupuesto anual de S/ 6.000 millones a la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN), poniendo en riesgo más de S/ 400 millones si el Fenómeno de El Niño destruyera las estructuras inconclusas.

Recuay: La doble tragedia que moviliza

El Alcalde Provincial de Recuay, el Consejero Regional, dirigentes del FREDIP Recuay y el Sindicato de Trabajadores de Construcción Civil se constituirían hasta Lima para exigir a ANIN, MEF, Congreso y otras autoridades la asignación urgente de recursos que permitan garantizar la culminación del Hospital II-I.

La movilización respondería a una doble crisis que simboliza el abandono estatal: mientras el Hospital de Apoyo actual se desploma con pisos que se hundirían por tercera vez consecutiva, la construcción del nuevo Hospital II-I permanece paralizada tras apenas 15 días de reinicio después de haber estado detenida entre marzo y julio.

Jorge Alejandro Pinedo Ríos, médico del área de emergencias del hospital actual, habría denunciado condiciones infrahumanas: «No pedimos maquinaria compleja, sino equipos básicos como tensiómetros, lámparas y monitores multiparámetro». Dispositivos como equipos de fototerapia estarían obsoletos mientras el consorcio Suyay alegaría problemas presupuestarios para las reparaciones urgentes.

Caraz y Casma: Promesas enterradas en burocracia

El director regional de Salud de Áncash, Ricardo Natividad Collas, informó que la construcción de los hospitales de Caraz y Casma, a cargo de la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN), permanecerá paralizada durante tres meses por disposición del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) debido a un tema presupuestal.

El Hospital de Caraz «San Juan de Dios», con una inversión estimada en S/ 376.2 millones y que debería haber culminado en agosto 2024, presenta un avance financiero de apenas 46.8%. Sería el segundo proyecto con mayor presupuesto inicial modificado (PIM) asignado en 2024 en ANIN, pero la paralización habría enterrado las esperanzas de miles de familias huaylaschinas.

En Casma, la situación sería igualmente dramática. El monto inicial de inversión fue de 115 millones de soles, pero se elevó a 352 millones de soles como consecuencia de hechos presuntamente irregulares, advirtió la Contraloría General de la República. El hospital presenta un avance del 54% y debería culminar en agosto 2025, pero la paralización habría puesto en riesgo incluso esa fecha.

Pomabamba: El caso más dramático

Mientras otros hospitales están paralizados por falta de presupuesto, el de Pomabamba enfrentaría un drama aún peor: el 75% de las columnas y dinteles presentan resquebrajamientos, mientras que el 85% de los pisos tienen fisuras en casi todos los ambientes. Con más de 18 meses de paralización por fallas estructurales graves, la construcción superaría los 500 millones de soles de inversión pero estaría al borde del colapso.

Uno de los problemas identificados es la falta de un estudio de suelos adecuado, lo que ha generado un riesgo aún mayor al estar el hospital ubicado en una falla geológica. La Contraloría habría emitido más de quince observaciones críticas, y se habría considerado incluso la demolición parcial de la estructura.

La crisis nacional que golpea a Áncash

Según el Gremio de Construcción e Ingeniería de la Cámara de Comercio de Lima, la paralización habría afectado más de 60 empresas y puesto en riesgo más de S/ 400 millones. Más de 6.000 obreros habrían sido despedidos en las primeras semanas, con proyección de 20.000 desempleados hacia fin de año.

Los sobrecostos adicionales estarían estimados entre S/ 90 y S/ 100 millones debido a liquidación de personal, retiro de maquinaria y rearmado de campamentos. «Hay trabajos que estaban al 95% y faltaban apenas 10 días para entregarlos», habría alertado Raúl Barrios, representante del gremio.

ANIN reconoce el desastre pero lo aplica igual

En documentos internos, ANIN habría admitido que la suspensión traería «impacto social, de costos y plazos», «desmovilización de personal y maquinaria», «ruptura de la cadena de pagos» y «riesgo de resolución de contratos». Sin embargo, aplicarían la medida igual, exponiendo la total descoordinación gubernamental.

Autoridades regionales: Ausentes en la crisis

Mientras medio millón de ancashinos enfrentan esta crisis sanitaria, el gobernador Koki Noriega se dedicaría a viajar y criticar a la presidenta Dina Boluarte en entrevistas mediáticas, en lugar de gestionar soluciones para su región. En el Consejo Regional, los consejeros estarían enfrentados por un asesor cuestionado mientras la crisis se profundiza.

Desde el Gobierno Regional de Áncash (GORE Áncash) se realiza seguimiento a cada proyecto junto con la Gerencia de Desarrollo y el gobernador regional, pero el «seguimiento» habría resultado insuficiente ante la magnitud de la crisis.

La responsabilidad criminal del MEF

El ministro de Economía estaría de viaje por Japón «buscando inversión extranjera» mientras el propio Estado incumpliría con empresas que ejecutan obras públicas. La incoherencia sería total: promover inversión mientras paralizan obras por falta de presupuesto.

«Si el MEF no pensaba transferir los fondos, debió avisar al menos con tres meses de anticipación para no iniciar obras que no podría financiar», habría denunciado el gremio empresarial, evidenciando la improvisación criminal del gobierno central.

Áncash: Región castigada sistemáticamente

La crisis hospitalaria se habría convertido en el símbolo perfecto del abandono sistemático hacia Áncash: una región que aporta significativamente al tesoro público a través de la minería pero que recibe a cambio hospitales que se caen, obras paralizadas y autoridades ausentes.

La delegación recuayina que viaja a Lima representaría el grito desesperado de toda una región abandonada, donde cada provincia enfrenta su propia tragedia sanitaria: Recuay con hospitales en ruinas y obras paradas, Caraz y Casma con construcciones paralizadas por burocracia, y Pomabamba con un hospital que podría colapsar.

Medio millón de ancashinos quedan atrapados entre la incompetencia del gobierno central, la negligencia de autoridades regionales y la indiferencia de un sistema que promete pero jamás cumple. La marcha a Lima no es solo una protesta: es el último recurso de una región que se niega a morir en silencio.

Seremos la voz de aquellos que no son escuchados, exponiendo injusticias y casos de corrupción. Buscamos generar impacto real en la sociedad, transformando la indignación en acción colectiva y construyendo una comunidad comprometida con la transparencia y la justicia.