Desde 2018 enfrentaría denuncia penal por presunta falsificación de título profesional que le habría permitido robar más de S/150,000 al Estado
Rosa Patricia Li Sotelo, actual presidenta del partido Somos Perú y considerada la «mamá de cariño» del presidente José Jerí Oré, enfrentaría desde 2018 una grave denuncia penal por presunta falsificación de título profesional y enriquecimiento ilícito. El caso, que lleva más de seis años en el sistema judicial sin resolverse, involucraría la presentación de un diploma falsificado que le habría permitido trabajar en el Congreso de la República percibiendo salarios superiores a los S/8,000 mensuales.
China Polo Dominical accedió en exclusiva a los documentos judiciales del Séptimo Juzgado Penal Liquidador de Lima, revelando una historia de presunto fraude al Estado que contrasta dramáticamente con la posición de poder político que Li Sotelo ostenta actualmente.
El Origen de la Denuncia
Según los documentos del Ministerio Público, Li Sotelo habría presentado un título de Contadora Pública falsificado, supuestamente expedido por la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, para ser contratada como asesora en el Congreso de la República. El documento le habría permitido ocupar un puesto de nivel profesional y percibir un salario superior al de otros asesores sin título.
Sin embargo, cuando la Asamblea Nacional de Rectores fue consultada oficialmente, la respuesta fue contundente: el título no estaba registrado ni existía constancia alguna de su emisión. La universidad, a su vez, confirmó que Li Sotelo nunca culminó el proceso para obtener el grado de licenciada en contabilidad. En otras palabras, el diploma que presentó sería falso.
«No es cualquier tipo de denuncia. Estamos hablando, de acuerdo a los documentos judiciales, de la utilización de un documento falso. Eso quiere decir que habría mentido a la administración estatal, al aparato público, al Estado. Y si habría mentido con un tema tan delicado, en realidad yo creo que la señora Li Sotelo sería terreno fértil para cometer peores actos de corrupción y sobre todo para falsear la verdad», señaló una fuente legal consultada por este medio.
El Daño Económico al Estado
Durante el período en que trabajó en el Congreso con un título presuntamente falsificado, Li Sotelo habría percibido un sueldo mensual que superaba los S/8,000, además de gratificaciones y beneficios sociales. Según cálculos de la Procuraduría, el daño económico al Estado superaría los S/150,000, aunque el impacto simbólico sería aún mayor: la confianza vulnerada en una institución que debería ser ejemplo de meritocracia y transparencia.
El delito estaría previsto en el artículo 427 del Código Penal, que sanciona la falsificación de documentos.
Un Proceso Judicial Plagado de Dilaciones
A pesar de la claridad del informe técnico y de la gravedad del delito, el proceso habría sido constantemente retrasado. Se inició en 2018, fue elevado a juicio en 2019 y desde entonces habría atravesado una maraña de nulidades, apelaciones y reprogramaciones.
En la resolución número tres, la jueza Blanca Masuelo Mojorques dispuso la apertura de instrucción y reconoció al Congreso como parte civil agraviada. Sin embargo, en octubre de 2022, según documentos a los que accedió China Polo Dominical, una nueva jueza, Marianela Romero Barzola, habría declarado nula aquella resolución por una supuesta falta de notificación, retrayendo el proceso a una etapa anterior.
Luego, en noviembre de 2023, la misma magistrada habría rechazado otra nulidad, advirtiendo que la defensa de Li Sotelo incurriría en una conducta dilatoria notoria.
«En tanto el delito todavía no recibe sentencia pero tampoco recibe absolución, pienso que estamos en todo el derecho de sospechar que la señora sería una delincuente. Y que todas las decisiones políticas que ella podría estar tomando serían, en realidad, instrumentos para cometer otros actos de corrupción», afirmó un analista político consultado.
Han pasado más de seis años desde la primera acusación y el caso sigue sin sentencia. Mientras tanto, Li Sotelo habría logrado consolidar una posición de poder político sin precedentes.
El Ascenso al Poder Político
Mientras el proceso judicial permanecía estancado, Li Sotelo habría tejido una red de influencia que la colocaría hoy como una de las figuras políticas más poderosas del país, aunque sin cargo oficial alguno.
Su nombre no sería ajeno a los pasillos del Congreso. Desde hace más de una década, Li Sotelo habría ocupado cargos de influencia dentro de la política nacional. Sin embargo, detrás de esa imagen de liderazgo partidario y figura maternal, se escondería una historia judicial de la que poco se habla.
Hoy, tras la vacancia de Dina Boluarte y la asunción de José Jerí Oré como Presidente de la República, Patricia Li Sotelo se habría convertido en una figura clave dentro del poder político peruano. No solo presidiría el partido político Somos Perú, sino que, según múltiples fuentes parlamentarias, sería la principal promotora del ascenso político de Jerí Oré.
En el Congreso, su nombre se mencionaría con frecuencia en los pasillos, en las coordinaciones de bancada y en las reuniones privadas. Asesores legislativos confirman que el actual mandatario mantendría una relación de cercanía y confianza absoluta en ella, al punto de llamarla «mamá» en tono de cariño.
«Ella no tiene un cargo formal, pero todos saben que sería la que decide quién entra y quién sale del entorno político más cercano», comentó una fuente del Legislativo bajo condición de anonimato.
La Negociadora en las Sombras
Li Sotelo habría sido una de las principales negociadoras durante las conversaciones que llevaron a Jerí Oré a presidir el Congreso, tejiendo alianzas con sectores conservadores y moderados a la vez.
«Precisamente lo que se necesita, la principal característica que el fujimorismo y la bancada de César Acuña buscarían, es una persona manipulable, alguien a quien le conozcan secretos vergonzosos que haga que esa persona utilice su cargo en beneficio personal de los líderes de esos partidos y de sus bancadas», señaló un observador político cercano al caso.
Ahora, con su «hijo político» instalado en Palacio de Gobierno, su influencia parecería expandirse más allá del Parlamento.
Medidas Cautelares Pendientes
Según expertos legales consultados por China Polo Dominical, el Poder Judicial podría adoptar medidas cautelares como el embargo de cuentas bancarias de Li Sotelo para asegurar la eficacia de la resolución de la sentencia cuando esta sea emitida. Sin embargo, hasta la fecha, no se habría ejecutado ninguna medida de este tipo.
La Pregunta que Nadie Responde
El caso de Patricia Li Sotelo no solo revelaría una posible incongruencia entre ética y poder, también mostraría cómo las estructuras políticas peruanas se habrían vuelto permeables al escándalo y la impunidad.
Una persona que enfrentaría acusaciones por falsedad documental y enriquecimiento ilícito hoy presidiría un partido de gobierno y mantendría vínculos directos con el Presidente de la República.
La pregunta que queda abierta no es solo judicial, sino moral: ¿cuánto poder puede acumular alguien que habría mentido en su hoja de vida pero habría logrado construir un imperio político sobre esa mentira?
Porque mientras la justicia sigue esperando para pronunciarse, Patricia Li Sotelo ya gobernaría desde las sombras… aunque nadie la haya elegido.
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