La maniobra se daría en medio de escándalos y audios filtrados que sacuden al Ministerio Público
El fiscal interino Tomás Gálvez habría convocado de emergencia a la Junta de Fiscales Supremos para este jueves 14 de noviembre a las 2:00 p.m., en lo que fuentes cercanas al Ministerio Público califican como una «jugada desesperada» para oficializarse como Fiscal de la Nación permanente.
Según información revelada por el periodista Carlos Viguria en su cuenta de X, fuentes dentro de la Fiscalía indican que Gálvez estaría buscando consolidar su posición mediante la elección formal ante la Junta de Fiscales Supremos, aprovechando el momento de crisis institucional que atraviesa el organismo.
La convocatoria se daría en un momento particularmente estratégico. El punto central de la agenda sería tratar la carta enviada por los presidentes de las Juntas de Fiscales Provinciales Titulares y proponer la elección de un Fiscal de la Nación permanente, según confirmó el periodista Martín Sarmiento.
El contexto del audio filtrado
Esta maniobra tomaría mayor relevancia considerando el audio revelado ayer, atribuido al fiscal Juan Carlos Abarca, que habría generado un terremoto político dentro del Ministerio Público. Aunque no se han revelado los detalles específicos del contenido del audio, fuentes señalan que este habría creado las condiciones perfectas para que Gálvez acelere su estrategia de oficialización.
El plazo que vence hoy
Un elemento adicional de presión es que este jueves 14 de noviembre se cumpliría el plazo que el juez Fidel Torres Tasso le dio a la Junta Nacional de Justicia (JNJ) para notificar a Gálvez sobre la restitución de Delia Espinoza como Fiscal de la Nación.
Esta convergencia de plazos y eventos no sería casualidad, según analistas consultados, sino parte de una estrategia calculada para consolidar el poder antes de cualquier posible restitución o cambio en la cúpula fiscal.
Las implicaciones
De concretarse esta elección, Gálvez pasaría de ser fiscal interino a Fiscal de la Nación permanente, lo que complicaría cualquier intento posterior de restitución o cambio en el liderazgo del Ministerio Público.
La situación mantiene en vilo al sistema de justicia peruano, mientras diversos sectores políticos y de la sociedad civil observan con atención los movimientos dentro de la Fiscalía en medio de una de sus crisis más profundas de los últimos años.