El Premier sale al rescate del fujimorismo, PCM cuestiona trabajo del Ministerio Público
Eduardo Arana habría mostrado su verdadero rostro político. El Premier, a través de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), emitió un comunicado defendiendo abiertamente a Keiko Fujimori tras la solicitud fiscal para declarar ilegal a Fuerza Popular.
Señores, señoras, aquí tenemos a un Premier que estaría actuando más como abogado defensor del fujimorismo que como jefe del Gabinete. Arana no solo respaldó al partido más cuestionado del país, sino que habría aprovechado para lanzar un ataque directo contra la fiscal de la Nación, Delia Espinoza.
«La Fiscalía de la Nación no puede convertirse en una institución por encima de la Constitución y las leyes, pretendiendo determinar, de manera antidemocrática, qué partidos deben participar en la próxima contienda electoral», declaró Arana en el pronunciamiento oficial, en lo que estaría siendo una clara interferencia en los procesos judiciales.
El Premier habría utilizado su posición para blindar a Keiko Fujimori, argumentando que «los peruanos hemos tenido, en los últimos seis años, seis presidentes de la República, situación que nos ha llevado a una crisis económica, política y social de la que recién estamos saliendo». Una excusa que estaría sirviendo para justificar la protección al fujimorismo.
Lo que más indigna, señores y señoras, sería ver cómo Arana estaría coordinando perfectamente con el discurso victimista de Keiko Fujimori, quien calificó la medida fiscal como una «cortina de humo». ¿Casualidad? ¡Por favor!
Este Premier, que debería velar por la independencia de poderes, habría decidido tomar partido abiertamente por una organización que enfrenta serios cuestionamientos legales. Eduardo Arana estaría demostrando que su lealtad no sería hacia el país, sino hacia los intereses fujimoristas.
La defensa de Arana a Keiko no solo pondría en evidencia el verdadero pacto político detrás del Gobierno actual, sino que habría generado serias dudas sobre su capacidad para ejercer el cargo con imparcialidad.