Reportaje de Punto Final habría demostrado que las investigaciones académicas de la congresista de APP no estaban «desintegradas» como sostuvo la UCV y presentarían graves indicios de corrupción académica
Hace pocas semanas, la Universidad César Vallejo (UCV) habría sostenido que las tesis de maestría y doctorado de la congresista María Grimanesa Acuña Peralta estaban «desintegradas» por culpa de las lluvias del fenómeno El Niño. La parlamentaria de Alianza para el Progreso, hermana del fundador de la UCV y líder de su bancada, César Acuña, tampoco habría mostrado mayor interés por recuperar estos trabajos, pese a que serían requisito para los grados académicos que ostentaría. Sin embargo, un reportaje de Punto Final habría demostrado que las tesis sí existían y que, además, contarían con graves indicios de plagio en su contenido.
Tras semanas de búsqueda, el equipo del programa periodístico habría logrado dar con ambos documentos: la tesis de maestría titulada «Satisfacción y clima laboral en los trabajadores de la Gerencia Regional de Educación de Lambayeque (2015)» y la de doctorado «Gestión pedagógica y el desarrollo laboral de los docentes de educación primaria en las instituciones educativas». Ambas investigaciones habrían estado completas y lejos de haber desaparecido, como supuestamente sostuvo la universidad de César Acuña.
El hallazgo habría revelado algo más preocupante. Un análisis con Turnitin, software especializado para detectar coincidencias y posibles plagios, habría arrojado un 81% de similitud de la tesis de maestría de Acuña con otra investigación previa de una docente de la Universidad Señor de Sipán. La tesis doctoral también habría registrado un 54% de coincidencias con otro trabajo de la misma UCV, que, además, se mantendría sospechosamente embargado desde 2018.
Las evidencias irían más allá de coincidencias en párrafos sueltos: extractos mostrados en el reportaje habrían evidenciado que existen párrafos, estructuras y definiciones copiadas íntegramente de otros proyectos de tesis anteriores. En varios casos, se habrían copiado hasta frases introductorias y citas textuales sin atribución.
Consultado por Punto Final, César Higa, catedrático de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), habría sostenido que las coincidencias tan elevadas, sin el debido citado o parafraseo, configurarían claramente un caso de plagio académico y que Acuña tendría claras faltas de responsabilidad intelectual en su trabajo: «El hecho de que no se haya utilizado ese sistema para detectar no implica que el investigador no tenga que cumplir con las reglas de citado, el parafraseo, etcétera», habría afirmado el especialista.
En medio de la investigación, la propia congresista Acuña habría restado importancia al hallazgo y respondido con evasivas. «¿Cuál es tu problema?», habría replicado ante las preguntas de la reportera. Consultada sobre las coincidencias detectadas, habría minimizado el asunto diciendo que «en ese momento no había Turnitin» y que debía de haber «alguna coincidencia».
La UCV también habría rechazado dar una entrevista al equipo de Punto Final para explicar por qué se admitió esta tesis. Según los especialistas, el embargo por más de dos años no tendría justificación y privaría a la comunidad académica de verificar posibles irregularidades.
De acuerdo con la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu), los grados académicos deberían basarse en investigaciones originales y verificables. Sin embargo, casos como este evidenciarían las limitaciones de supervisión efectiva cuando se trata de universidades vinculadas a grupos de poder político, dejando vacíos que erosionarían la credibilidad del sistema universitario peruano.