El fundador de APP deja el cargo regional con obras inconclusas y una gestión marcada por la inseguridad ciudadana
César Acuña Peralta, líder y fundador de Alianza para el Progreso (APP), oficializó este lunes 13 de octubre su candidatura a la presidencia del Perú para las elecciones generales de 2026. El anuncio, realizado mediante un comunicado oficial de su partido, implica su renuncia anticipada como gobernador regional de La Libertad, cargo que habría dejado con múltiples cuestionamientos sobre obras inconclusas, denuncias de uso político del aparato estatal y su gestión frente a la inseguridad ciudadana.
«Esta decisión implica mi renuncia como gobernador de la región La Libertad. Con la satisfacción de dejar un legado con proyectos que transformarán la vida de los liberteños y con la firme convicción del deber cumplido», expresó Acuña en el comunicado difundido por Alianza para el Progreso.
El político trujillano centró su mensaje en las nuevas generaciones: «Quiero convertirme en el Presidente de los jóvenes del Perú que quieran estudiar, que quieran trabajar y que quieran oportunidades para salir adelante», agregó en su declaración.
El también excongresista y exalcalde de Trujillo afirmó que su objetivo sería impulsar «una reforma profunda y necesaria» que permitiría enfrentar la inseguridad, reactivar la economía y crear dos millones de empleos en cinco años. Además, insistió en su compromiso de mejorar la calidad de vida de los peruanos «con agua, luz y carreteras».
Tercer intento presidencial
Con este anuncio, César Acuña se suma oficialmente a la lista de figuras políticas que ya alistan sus candidaturas para los comicios generales del 2026, entre ellos Rafael López Aliaga, alcalde de Lima. Su postulación representa un tercer intento de alcanzar la presidencia de la República, luego de sus fallidas campañas de 2016 y 2021, en las que no logró pasar a segunda vuelta.
La renuncia de Acuña al Gobierno Regional de La Libertad generaría un proceso de sucesión que recaería en el vicegobernador regional, según lo establecido en la normativa electoral peruana. Mientras tanto, su partido Alianza para el Progreso iniciaría los preparativos para su campaña presidencial, en un contexto político nacional marcado por la fragmentación y desconfianza ciudadana hacia la clase política.