Schialer habría respaldado las controversiales declaraciones presidenciales durante el mensaje del 28 de julio
El ministro de Relaciones Exteriores, Elmer Schialer, habría defendido las polémicas declaraciones que la presidenta Dina Boluarte emitiera durante su mensaje por Fiestas Patrias, donde calificó a Bolivia como un «país fallido» y lo habría comparado con las dictaduras de Venezuela y Cuba.
«Es muy importante ponerlo en contexto. Ella empezó de una manera muy firme y muy loable, de señalar la determinación democrática de las instituciones peruanas, de evitar que se consumara un golpe de Estado», habría explicado el canciller durante declaraciones a la prensa, sugiriendo que las palabras de Boluarte no habrían sido un ataque político directo sino parte de su discurso sobre sucesión constitucional.
Las declaraciones de la mandataria habrían causado malestar en el país vecino, ya que no estuvieron incluidas en el texto oficial del mensaje a la Nación, sino que habrían sido añadidas de manera improvisada durante la presentación en vivo.
«En toda práctica internacional se preparan textos que son la base de lo que se va a decir, pero lo que vale es lo que se dijo», habría añadido Schialer, respaldando así las controvertidas expresiones presidenciales.
Bolivia exige rectificación
El Gobierno boliviano habría solicitado una rectificación oficial por parte del Perú, lo que habría generado una respuesta diplomática inmediata. Según informó el canciller, el Gobierno peruano habría respondido con una nota diplomática al encargado de negocios en Bolivia.
Schialer habría señalado que el documento rechaza la interpretación boliviana de las declaraciones y reafirma la voluntad de mantener los lazos bilaterales entre ambos países. «No podemos mudarnos de vecindario», habría expresado el ministro, subrayando la importancia de la cooperación regional.
El canciller habría enfatizado la disposición del Perú para preservar una relación basada en el respeto mutuo, pese a la controversia generada por las declaraciones presidenciales que habrían tensado las relaciones diplomáticas con el país altiplánico.
Esta situación se habría sumado a otros episodios que han caracterizado la gestión de política exterior del gobierno de Boluarte, marcada por declaraciones controvertidas que habrían generado roces con países de la región.