La Contraloría confirma graves irregularidades en adquisición para la PNP que ignoró advertencias técnicas y favoreció a empresa no autorizada
Señores, señoras, lo que les voy a contar hoy es un escándalo que revela cómo se manejaría el dinero del pueblo peruano en el Ministerio del Interior. Ronnie Matienzo, quien ocupaba el cargo de Jefe de la Oficina General de Administración y Finanzas (OGAF) del Mininter, ha renunciado tras apenas 21 días en el puesto. ¿La razón? Un informe demoledor de la Contraloría General de la República que expone una compra millonaria plagada de irregularidades.
El negocio turbio: US$ 64 millones por un avión que no sirve
La OGAF, bajo la gestión de Matienzo, habría adjudicado un contrato de US$ 63.9 millones a la empresa Aero Express FZE, con sede en Emiratos Árabes Unidos, para la compra de un avión Antonov AN-74 destinado a la Policía Nacional del Perú. Hasta aquí todo parecería normal, pero prepárense porque lo que viene es indignante.
El avión que pretendían comprar no cumple con los requisitos técnicos solicitados. La Contraloría y la propia Dirección de Aviación Policial (DIRAVPOL) —que serían los usuarios finales de la aeronave— advirtieron que el avión sería de «segundo uso» y no nuevo, como exigían claramente las bases del concurso público.
Las advertencias que fueron ignoradas
Aquí viene lo más grave: la DIRAVPOL envió advertencias directas señalando que el Antonov AN-74 no sería apto para operar en aeródromos ubicados a más de 4,200 metros de altura. Esto significaría que el avión sería inútil para misiones en gran parte de la sierra peruana, incluyendo lugares estratégicos como Juliaca. A pesar de esto, la OGAF habría procedido con la compra, ignorando completamente las observaciones técnicas de los expertos policiales.
Y como si esto fuera poco, se habrían descartado ofertas de fabricantes reconocidos mundialmente como Leonardo (Italia), que ofrecía el avión C-27J Spartan, y Embraer (Brasil). El Spartan, señores, ya es operado por la Fuerza Aérea del Perú, lo que significaría que existe infraestructura, repuestos y personal capacitado en el país. Pero no, optaron por un modelo obsoleto del cual no hay soporte técnico en territorio nacional.
Un avión de más de 20 años vendido como «nuevo»
La investigación revela detalles aún más escandalosos. El modelo Antonov AN-74 dejó de fabricarse en 2004, lo que significa que el avión que pretendían adquirir por casi US$ 64 millones tendría, como mínimo, 21 años de antigüedad. Las bases del concurso exigían expresamente un avión «nuevo de fábrica», pero lo que ofrecía Aero Express FZE sería una aeronave de segunda mano presentada fraudulentamente como nueva.
La empresa que mintió y no tiene autorización
Pero esperen, que hay más. La Embajada de Ucrania en Perú envió un documento oficial a la DIRAVPOL advirtiendo que Aero Express FZE no estaría autorizada para comercializar aviones Antonov. La empresa, representada por un ciudadano ruso, habría mentido en su declaración jurada al afirmar ser «fabricante» de los bienes que ofertaba, cuando en realidad sería solo un intermediario sin autorización del fabricante ucraniano.
Esto convierte la operación no solo en un escándalo administrativo, sino en un posible fraude que involucraría documentación falsa y representación fraudulenta.
Un patrón de corrupción en la OGAF
Este caso no sería un hecho aislado. El predecesor de Matienzo en la OGAF, Ricardo Kanashiro, también renunció en medio de polémicas por presunto favorecimiento en la compra de chalecos antibalas y pistolas. Esto sugeriría un patrón sistemático de irregularidades en esta oficina clave del Ministerio del Interior, donde se manejarían millones de dólares en adquisiciones para las fuerzas del orden.
¿Qué sigue ahora?
Afortunadamente, el contrato aún no ha sido firmado ni pagado. La Contraloría ha dado un plazo de cinco días hábiles al ministro Vicente Tiburcio para que informe sobre las acciones correctivas. Se espera que la «buena pro» sea anulada de forma inmediata.


