Choferes paralizan el 50% de operaciones por temor mientras crece la ola de violencia contra el transporte público limeño
Un devastador incendio consumió totalmente cinco unidades de transporte público de la empresa Pegasso Express durante la madrugada del 18 de noviembre en una cochera del A.H. Jesús Oropesa Chonta, en Puente Piedra. El siniestro habría generado pánico entre vecinos y trabajadores, mientras las autoridades investigan si se trató de un accidente o un ataque criminal contra el sector transporte.
El fuego se habría propagado velozmente por el patio de estacionamiento, generando una columna de humo visible desde varios puntos del distrito. Vecinos alertaron de inmediato a los bomberos, quienes llegaron para evitar que las llamas alcanzaran viviendas cercanas y una empresa contigua que se dedicaría a la distribución de balones de gas.
Las cinco unidades calcinadas pertenecerían a la llamada «línea P», identificada como ruta 1308, que conecta los populosos distritos de Puente Piedra y San Juan de Lurigancho. Este servicio, que habría iniciado operaciones apenas en 2024, estaría ganando popularidad entre usuarios por ofrecer un recorrido directo entre ambas zonas.
TRABAJADORES RELATAN MOMENTOS DE TERROR
Según testigos presentes en el lugar, cuando se desató el incendio todavía había personal realizando labores administrativas de cierre del día. Los trabajadores habrían intentado desesperadamente salvar la mayor cantidad de vehículos posibles mientras alertaban a compañeros choferes que descansaban en las instalaciones. Afortunadamente, ninguna persona resultó herida durante el incidente.
Aproximadamente cinco unidades del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú, junto a efectivos de la Policía Nacional, acudieron al lugar para controlar el siniestro y dar inicio a las investigaciones correspondientes. Las autoridades mantienen abiertas todas las líneas de investigación debido a la magnitud de los daños y el contexto de violencia que enfrenta el sector.
GREMIOS TRANSPORTISTAS: «ESTO FUE PROVOCADO»
Aunque versiones preliminares apuntan a un posible cortocircuito como causa del incendio, dirigentes del sector transporte expresaron sus dudas y señalaron directamente a la extorsión como posible móvil del ataque.
Miguel Palomino, presidente de la Asociación de Transportistas del Perú, manifestó en declaraciones periodísticas su rechazo a la versión oficial y advirtió sobre el clima de terror que estaría impidiendo denuncias: «Lamentamos que las empresas no puedan hacer las denuncias correspondientes por temor a seguir siendo extorsionados. Mis compañeros me indican que desde la gerencia dicen que ha sido una falla eléctrica, un corto circuito».
El dirigente habría sido enfático al señalar que el miedo a represalias estaría silenciando a las víctimas: «Si dicen que es extorsión ya es un motivo de denuncia, y al denunciar ya estarían yendo contra las amenazas y estarían arriesgando su vida. Si denuncian, los extorsionadores se enteran, ya no hay confianza».
Palomino también llamó la atención sobre la sincronización de ataques: «Esto está sospechosamente bien trabajado, porque hoy ha habido ataques en otras empresas», sugiriendo una posible coordinación criminal contra el sector transporte.
EL MIEDO PARALIZA LA MITAD DE LA FLOTA
Un trabajador de Pegasso Express, quien solicitó mantener su identidad en reserva, confirmó que esta sería la primera vez que la empresa enfrenta un incidente de esta magnitud: «Varios compañeros me han llamado e indican que ya no quieren trabajar, al menos hasta que pase todo esto, para que no pase a mayores, como en otras empresas».
La incertidumbre sobre las verdaderas causas del siniestro habría dividido opiniones entre los trabajadores: «Esperamos que se investigue para saber la causa de este suceso. Algunos dicen que fue corto circuito y otros que fue provocado», agregó el trabajador consultado.
Como consecuencia directa del incidente y el temor generado, aproximadamente el 50% de la flota de Pegasso Express habría suspendido operaciones: «Casi el 50% de la flota están parados, solo han salido unos cuantos a trabajar», confirmó la fuente.
PÉRDIDAS MILLONARIAS Y PEDIDO DE AYUDA AL ESTADO
Las pérdidas económicas para la empresa serían devastadoras. Según información del sector, cada unidad de transporte público estaría valorizada en más de 60,000 dólares, lo que significaría pérdidas superiores a los 300,000 dólares solo en vehículos, sin contar daños a infraestructura y la paralización operativa.
Ante esta situación, transportistas elevaron un pedido urgente al gobierno: «Sería bueno que el gobierno tenga un fondo de apoyo para todos los transportistas que sufren atentados. Este es un golpe tremendo para una persona que vive de un solo carro», manifestó el trabajador consultado.
El sector transporte viene enfrentando una escalada de violencia en los últimos meses, con múltiples reportes de ataques incendiarios, amenazas y cobro de cupos en diferentes zonas de Lima Metropolitana. Este nuevo incidente se sumaría a una larga lista que mantiene en vilo a empresarios y trabajadores del rubro.
Las investigaciones continúan mientras el temor se instala entre choferes y propietarios de empresas de transporte, quienes exigen acciones concretas de las autoridades para frenar la ola de violencia criminal que estaría asfixiando al sector.


