Joven de 25 años denuncia que siete encapuchados habrían invadido su casa y la habrían secuestrado junto a su pareja por órdenes de dirigentes del comité
En la madrugada del 6 de mayo, una estudiante de 25 años habría sido víctima de secuestro e intento de abuso sexual por parte de siete sujetos encapuchados en Villa María del Triunfo. Los presuntos delincuentes, quienes se habrían identificado como miembros de un supuesto comité de terrenos, habrían separado a la joven de su pareja con la aparente intención de abusar sexualmente de ella en una zona alta del cerro.
La víctima habría logrado escapar saltando entre techos de calamina, según declaró a ATV: «Yo me escapé y me lancé de la casa de arriba y caí en la casa de allá». La afectada asegura poder identificar a sus agresores y señala que este grupo operaría bajo las órdenes de dos mujeres del denominado Comité Hijos Herederos.
«Cuando me secuestraron, siempre me recalcaban que eran de parte de la directiva, las presidentas: Magaly Cuba y Chana Irene», habría revelado la joven.
Según la denunciante, el secuestro e intento de abuso sexual estarían relacionados con intereses sobre los terrenos que ocupa. «Quieren sacarnos para que ellos pongan a su propia gente allí a vivir. Y siempre me recalcan que no quieren que yo viva ahí. Que yo me salga», declaró la joven, quien enfatizó no contar con otra alternativa de vivienda.
La estudiante también habría revelado que existiría un caso similar que habría quedado impune. Se trataría del expresidente del mismo Comité Hijos Herederos, quien también estaría siendo amenazado. «A él también le hicieron lo mismo estas mismas personas. Cuando fueron, le recalcaron que eran ellas [Cuba e Irene] las que los habían mandado. Que ellos solamente cumplían su trabajo», habría denunciado.
«Yo salí en su defensa [del expresidente]. Lo acompañé a ir a la comisaría a sacar sus garantías. Y, por eso, es que se la agarraron conmigo. Me dijeron que no querían verme más acá. Que me largue», habría agregado la afectada.
En un hecho que encendería las alarmas sobre la seguridad en este distrito limeño, la denunciante sostiene que la Comisaría de Nueva Esperanza habría mostrado una sorprendente inacción ante su caso. Según su testimonio, cuando su pareja acudió a solicitar ayuda tras ser liberado, los agentes le habrían respondido que «no había patrulla y que no podían subir a patrullar».
La víctima exige seguridad y garantías para su vida. «Yo pido que den medidas de protección a mi familia, a mí, a todos, porque me amenazan. Me dicen que saben dónde vivo. Me han dicho que ellos están coludidos con la comisaría», habría declarado.
El caso revelaría no solo la existencia de un presunto tráfico de terrenos en esta zona de Lima Sur, sino también una posible red de complicidad que involucraría a autoridades que deberían garantizar la seguridad ciudadana.