La madrugada sangrienta se cobró una vida mientras autoridades continúan con investigaciones
En la madrugada del Callao, la violencia habría cobrado una nueva víctima. Samarai Anaís Villegas Graterol y Javier Ismael Pérez Morí, pareja de nacionalidad venezolana, estarían compartiendo en los exteriores de una bodega ubicada en el jirón Zarumilla cuando lo impensable ocurrió.
Según lo que habrían relatado testigos de la zona, un sujeto armado se acercó a la pareja y, sin mediar palabra, habría abierto fuego contra ambos. En la escena del crimen, las autoridades habrían encontrado 12 casquillos de bala, lo que indicaría que este ataque habría sido directo y posiblemente planificado.
«Ella quiso correr, pero cayó en el piso de frente, él trató de correr, pero igual le dispararon… ellos ya llevan viviendo aquí hace como 4 años», habría comentado una vecina que prefirió mantener su identidad en reserva por temor a represalias.
La Policía Nacional del Perú habría trasladado de emergencia a las víctimas al Hospital Daniel Alcides Carrión. Lamentablemente, minutos después de su ingreso, se habría confirmado el fallecimiento de Samarai Villegas debido a la gravedad de sus heridas. Mientras tanto, Javier Pérez habría sido sometido a una intervención quirúrgica de urgencia y permanecería en estado crítico.
Familiares y allegados de las víctimas habrían llegado al hospital, pero según reportes, estos habrían evitado brindar declaraciones a los medios de comunicación presentes. Este silencio podría levantar interrogantes sobre lo que realmente estaría sucediendo.
De acuerdo con información preliminar que habría proporcionado la Policía Nacional, el móvil del ataque estaría vinculado a un posible ajuste de cuentas, aunque esto tendría que ser esclarecido en el curso de las investigaciones. En el lugar del atentado se encontrarían cámaras de seguridad que deberían ser analizadas para identificar al autor o autores del crimen.
Los residentes del jirón Zarumilla habrían manifestado su preocupación ante este nuevo acto de violencia. «Hace poco también dispararon contra un joven a dos cuadras de aquí», habría comentado otra vecina, visiblemente preocupada por la inseguridad que se viviría en la zona.
Mientras tanto, las autoridades continuarían con las diligencias para esclarecer los hechos y dar con el paradero del responsable del ataque, pero la realidad sería que los vecinos del Callao seguirían viviendo con miedo mientras la violencia avanza sin freno por sus calles.
