ActualidadZanabria justifica S/17.3 millones en autos de lujo mientras más de 8 mil vehículos PNP están inoperativos

Avatar photo Redacción CP13 de agosto de 2025

«Para Cumplir Mis Actividades Vengo en Bicicleta»: La Frase que Indigna en Plena Crisis Policial

Señores y señoras, mientras los peruanos enfrentamos una ola de criminalidad sin precedentes y más de 8 mil vehículos policiales permanecerían inoperativos representando el 40% de toda la flota vehicular policial, el comandante general de la PNP, Víctor Zanabria, habría protagonizado un escándalo mayúsculo al justificar la compra de 168 vehículos de lujo por más de S/17.3 millones destinados únicamente a coroneles, generales y tenientes generales.

La Policía Nacional del Perú estaría nuevamente en el ojo de la tormenta por esta polémica adquisición que, según documentos oficiales, no buscaría reforzar la capacidad operativa, sino ofrecer «comodidad y soporte» a los altos mandos, mientras casi la mitad de la flota vehicular operativa permanecería paralizada por falta de mantenimiento.

El Desafío Provocador del Jefe Policial

En medio de este escándalo, Zanabria habría encendido la polémica con sus declaraciones: «Para cumplir mis actividades vengo en bicicleta», una frase que habría indignado a la ciudadanía que vive el terror de la inseguridad mientras los altos mandos policiales se darían lujos con dinero público.

El comandante general habría defendido dicha compra afirmando que «por ley» los oficiales superiores tendrían derecho a un vehículo. «La compra sería una cuestión legal y se habría hecho en un proceso regular. Los presupuestos de compra estarían estipulados en el presupuesto general de la República. Por ley, a los oficiales superiores como coroneles y generales les correspondería asignarles vehículos. Se necesitarían vehículos comandos», habría afirmado.

Pero la provocación no habría terminado ahí. Zanabria habría añadido sin responder si se justificaría el gasto en los autos de lujo, dirigiéndose al medio televisivo que lo entrevistaba: «El gerente de Latina, ¿qué tipo de vehículo tendría? Porque sería el mejor vehículo para el gerente de Latina», esquivando completamente la responsabilidad de explicar el lujo mientras la institución se desmorona.

Contraloría Inicia Investigación Formal

La Contraloría General de la República habría iniciado oficialmente el 4 de agosto una investigación formal denominada «Servicio Relacionado de Recopilación de Información» para examinar el proceso de contratación de estos vehículos de lujo, designando un equipo auditor específico para esta tarea.

La indignación se habría disparado al descubrirse que los recursos usados para la compra provendrían de partidas destinadas a salud, pensiones y prestaciones sociales. Mientras los agentes tendrían que costear de su propio bolsillo la atención médica y los medicamentos, sus superiores disfrutarían de camionetas nuevas Audi Q5, Toyota RAV4 y Corolla.

La Cruel Paradoja: Lujo vs Crisis Operativa Devastadora

Mientras los altos mandos disfrutarían de vehículos de lujo, un reciente informe del Observatorio Nacional de Seguridad Ciudadana y la Dirección de Gestión de Conocimiento para la Seguridad revelaría que más de 8 mil vehículos estarían completamente inoperativos, representando el 40% de toda la flota vehicular policial a nivel nacional.

Esta alarmante información habría sido confirmada tras obtener datos oficiales de la Dirección de Logística y la Dirección de Administración de la PNP sobre el verdadero estado de los vehículos asignados a la institución, actualizados al 31 de julio de 2025.

Los Números que Desnudan la Crisis

Según las cifras oficiales más recientes, la PNP contaría con un total de 20.480 vehículos distribuidos de la siguiente manera: 1.141 autos, 8.343 camionetas, 9.930 motocicletas y 994 unidades especiales (motonáutica, cuatrimotos, camiones, deslizadores, ómnibus porta tropas, minibuses, entre otros).

Sin embargo, la realidad sería devastadora: solo 12.219 unidades estarían operativas, mientras que 4.835 se considerarían inoperativos irrecuperables y otros 3.354 estarían inoperativos pero aún podrían ser recuperados con mantenimiento técnico.

En el caso de las motocicletas, que representarían la mayor cantidad de unidades, solo 6.169 de las 9.930 estarían operativas. Esto significaría que 1.660 serían recuperables y 2.101 estarían definitivamente perdidas como chatarra irrecuperable.

La situación de las camionetas no sería mejor: de las 8.343 unidades, apenas 5.028 estarían operativas, 1.362 en condición recuperable y 1.953 serían irrecuperables.

En cuanto a los autos policiales, de los 1.141 existentes, solamente 570 estarían funcionando, 103 podrían recuperarse y 468 permanecerían como chatarra inservible.

Unidades Especializadas vs Comisarías Básicas: La Brecha Operativa

Los datos revelarían una disparidad preocupante: las comisarías básicas contarían con 7.308 vehículos, de los cuales solo el 60% estaría en funcionamiento. Las unidades especializadas, por su parte, operarían con una flota de 9.739 vehículos, y un 67% de ellos estaría operativo.

Adicionalmente, habría 2.107 unidades destinadas a labores administrativas, 824 para patrullaje de carreteras, 229 en comisarías especializadas y 201 en Puestos de Vigilancia de Fronteras.

El Factor Tiempo: Una Flota Obsoleta

El estudio también revelaría una brecha tecnológica alarmante. De los vehículos con menos de 10 años, el 46.8% seguiría operativo, mientras que el 6.4% ya no podría utilizarse. En cambio, entre los vehículos con entre 11 y 25 años, solo el 12.6% estaría activo, mientras que el 13.5% estaría completamente inoperativo.

Capacidad de Patrullaje Reducida al Mínimo

El general en retiro Eduardo Pérez Rocha, excomandante general de la Policía Nacional del Perú, habría advertido que con la actual cantidad de vehículos policiales operativos, solo se podría patrullar menos del 20% del territorio nacional, lo que se podría comparar a Lima y Callao. «Ni siquiera el 20% de todo el país, solo se puede cubrir Lima y Callao, donde hay 43 distritos y hay que mirar la cantidad de vehículos que tenemos para patrullar», habría expresado Pérez Rocha.

Además, se debería tomar en cuenta que en las regiones de Áncash, Cajamarca, Ica, Madre de Dios, Pasco, Callao, Lima Provincias, Tumbes y Ucayali el número de vehículos inoperativos sería mayor que las unidades operativas.

«Este Gobierno No Ha Comprado Patrulleros»

El exdirector de la Policía Nacional, Eduardo Pérez Rocha, habría expresado su indignación por el contraste entre la compra de vehículos de lujo y la crisis operativa. Zanabria habría dirigido duras palabras contra el general en retiro Eduardo Pérez Rocha, quien había calificado el gasto como innecesario: «Hay un señor advenedizo, medio viejito que habla… ese señor se habría ido llevando un Nissan Excel que era el mejor vehículo cuando él era general».

Pérez Rocha habría señalado que la institución carecería actualmente de elementos fundamentales para su operatividad diaria: armamento, munición, chalecos antibalas, uniformes y maletines de criminalística.

También habría criticado la falta de tecnología moderna para el combate del crimen, especialmente en áreas como la georreferenciación y la lucha contra la extorsión, dejando a los efectivos policiales en clara desventaja frente a organizaciones criminales que contarían con mejor equipamiento.

El Escándalo del Financiamiento

Para lograr comprar los autos de lujo, la Policía habría realizado modificaciones presupuestarias a nivel interno. La unidad ejecutora encargada, la Dirección de Economía y Finanzas de la PNP, habría trasladado montos originalmente asignados a partidas sensibles, destinados para Personal y obligaciones sociales, pensiones y otras prestaciones sociales.

El Portal de Transparencia del MEF confirmaría que los recursos fueron retirados de partidas esenciales, que pudieron ser orientados en vez de vehículos de lujo al colapsado Fondo de Aseguramiento en Salud de la Policía Nacional del Perú (SALUDPOL) declarado en crisis.

Los Beneficiarios del Lujo

Según información del Sistema Electrónico de Adquisiciones y Contrataciones del Estado (SEACE), el proceso habría incluido la adquisición de 8 camionetas Audi Q5 para los tenientes generales por S/1.6 millones, 40 camionetas Toyota RAV4 para los generales por S/5.2 millones y 120 automóviles Toyota Corolla para los coroneles por S/11.9 millones.

Entre los beneficiados con camionetas Audi estarían el jefe del Estado Mayor de la Policía Nacional del Perú, teniente Óscar Arriola Delgado; el inspector General, teniente general Jhony Veliz Noriega; y el jefe del Comando Policial de Operaciones, el teniente general Carlos Céspedes Muñoz.

El Privilegio del Retiro

La normativa vigente también permitiría que los altos mandos, al pasar al retiro, soliciten la compra de los vehículos asignados a precios reducidos y sin intereses. Esto implicaría que Zanabria, al culminar su gestión, podría adquirir el Audi Q5 utilizado durante su permanencia en el cargo.

Otros Casos Bajo Investigación

Zanabria no solo enfrentaría la investigación por los autos de lujo. El próximo 18 de agosto, el Poder Judicial analizaría el pedido de la Fiscalía para suspender por 18 meses al comandante general de la PNP por el caso «Policías Albañiles», donde la Fiscalía sostendría que el oficial habría recibido una suma de dinero por este proyecto.

El Contraste Indignante

Mientras los altos mandos justificarían el gasto de S/17.3 millones en vehículos de lujo para su «comodidad», miles de policías de base enfrentarían diariamente la delincuencia con vehículos que no funcionan, sin equipamiento adecuado y costeando de su propio bolsillo gastos médicos que deberían ser cubiertos por la institución.

Esta situación se produciría en un contexto donde la percepción de inseguridad ciudadana continuaría creciendo y donde la capacidad de respuesta policial se vería severamente limitada por la falta de medios de transporte operativos.

Esta crisis vehicular y el escándalo de los autos de lujo representarían un golpe devastador a la credibilidad de la PNP en momentos en que el país requeriría urgentemente una respuesta contundente contra la delincuencia organizada y la criminalidad común que azota a todas las regiones del territorio nacional.

La frase de Zanabria «para cumplir mis actividades vengo en bicicleta» quedará grabada como el símbolo de la desconexión total entre los altos mandos policiales y la realidad que viven tanto los efectivos de base como los ciudadanos que claman por seguridad.

Seremos la voz de aquellos que no son escuchados, exponiendo injusticias y casos de corrupción. Buscamos generar impacto real en la sociedad, transformando la indignación en acción colectiva y construyendo una comunidad comprometida con la transparencia y la justicia.