Rolando Rodríguez Gómez de 22 años habría sido capturado tras participar en nuevo tiroteo y resultar herido
Tres personas habrían perdido la vida a balazos el pasado 2 de abril de 2025, luego de que tres delincuentes armados irrumpieran con armas de fuego en el local «Rincón de Katatos» en Marcona, Ica. Las víctimas serían José Huarcaya de 74 años, su hijo José Luis Huarcaya de 41 años -quienes trabajarían como sonidistas- y el vigilante Isaías Silva de 31 años.
Según las investigaciones policiales, los autores del crimen habrían huido del lugar inmediatamente después del ataque. Sin embargo, tras tres meses de búsqueda, la Policía Nacional del Perú habría logrado capturar a uno de los presuntos autores: Rolando Rodríguez Gómez de 22 años.
La captura se habría producido de manera fortuita cuando el criminal habría participado en otro tiroteo contra el personal del Escuadrón de Emergencia de la Policía Nacional, donde habría resultado herido. El presunto sicario se habría dirigido a un hospital cercano para recibir atención médica, donde fue detenido por las autoridades.
El ataque captado por cámaras de seguridad
Las cámaras de seguridad del local habrían registrado la magnitud del violento ataque. Según las imágenes, uno de los criminales habría asesinado primero al padre de familia José Huarcaya. Posteriormente, habrían acabado con la vida de su hijo José Luis dentro del establecimiento donde trabajaban. Finalmente, habrían matado al vigilante Isaías Silva en la entrada del local.
Antes de huir de la escena, uno de los delincuentes habría lanzado un explosivo para impedir que el segundo vigilante pudiera reaccionar ante el ataque.
Conexión con banda criminal
Las autoridades habrían determinado que Rodríguez Gómez integraría una banda criminal dedicada a la extorsión de obras de construcción y comercios locales en la zona. Esta organización delictiva habría estado en la mira de la policía por sus actividades en el sector.
Evidencia balística confirma participación
Un análisis balístico realizado por las autoridades habría comparado las armas utilizadas en el reciente tiroteo con los casquillos encontrados en la escena del crimen de abril. Los resultados habrían determinado que al menos tres casquillos coincidirían, lo cual reforzaría la hipótesis de que el sicario habría participado en ambos ataques.
La Policía Nacional estaría realizando las diligencias correspondientes para determinar la implicancia total del detenido en el triple asesinato, así como su participación en otras actividades delictivas de la organización criminal.