Mensajes de WhatsApp revelan que Mishelle Ortiz manipulaba al cabecilla de ‘Los Killers de Ventanilla’ para sus caprichos mientras él accedía ilegalmente a carpetas fiscales
Nuevas revelaciones exponen el nivel de manipulación y c0rrupc1ón que habría existido entre Mishelle Ortiz, alias ‘La Sicariona’, y Gianfranco Torres, conocido como ‘Loco Gianfranco’, cabecilla de la banda criminal Los Killers de Ventanilla. Los mensajes de WhatsApp filtrados por las autoridades demuestran que ella habría sido la verdadera coordinadora de las extorsiones que realizaba su pareja, acusado de 23 hom1c1d1os.
«Y el Gianfranco es el 30, está que se muere por mí y suplicándome», se lee en uno de los mensajes revelados por Latina Noticias. La comunicación evidencia cómo ‘La Sicariona’ habría manipulado emocionalmente al sicario para conseguir dinero mediante extorsiones en obras públicas de construcción civil en Ventanilla.
En otro mensaje dirigido a su madre, Mishelle Ortiz escribió: «Y ahí lo hago que extorsione, que me mande su plata para mandarte y pagar la plata…no te preocupes que sí o sí cancelamos la tarjeta». Esta comunicación demuestra que habría sido ella quien coordinaba las actividades delictivas de Torres, asegurándole a su familia que el dinero llegaría sin problemas.
Según la información policial, alias ‘Loco Gianfranco’ acumularía 23 4s3s1n4t0s desde el 2017 hasta la fecha, convirtiéndose en uno de los sicarios más buscados del país.
Testimonios de las Víctimas
Un obrero sobreviviente de los ataques delictivos reveló la forma en que operaba la banda: «Gianfranco, todos lo conocemos. Él ha estado viendo el tema de lo que salen de la municipalidad como parques, losas. La empresa le da su dinero a ellos y meten uno, meten dos y hacen lo que quieren».
El trabajador también narró su experiencia personal: «Por una obra que salió, no querían que me meta. Me metí y me pararon como 4 veces en el cuerpo, casi me muero». Este testimonio evidencia el nivel de v10l3nc14 que habría ejercido la organización criminal para mantener el control de las obras públicas en la zona.
Infiltración en el Poder Judicial
Una de las revelaciones más graves del caso es que Gianfranco Torres habría logrado acceder ilegalmente a sus carpetas fiscales en el Poder Judicial. Para esto, se habría hecho pasar por personal de mantenimiento utilizando un fotocheck falsificado donde se lee «Gerencia de Administración Distrital» bajo el cargo de Técnico de Mantenimiento.
Esta infiltración habría permitido al sicario conocer de antemano los movimientos de las autoridades en su contra, lo que explicaría cómo habría logrado evadir la justicia durante tanto tiempo.
Huida y Refugio
Edwin Velásquez, de la Fiscalía Lima Noroeste, informó que la banda criminal se habría visto obligada a huir de Ventanilla para refugiarse en una vivienda de La Perla debido a su conflicto con otras organizaciones delictivas de la zona.
«Estuvieron viviendo en un departamento, un lugar que pasa desapercibido», acotó el fiscal, explicando la estrategia que habrían usado para mantenerse ocultos mientras continuaban con sus actividades delictivas.
Este caso expone no solo la brutalidad de las bandas criminales que operan en el Callao, sino también las graves fallas en la seguridad del sistema de justicia peruano, que habría permitido que un sicario accediera a información confidencial que comprometería las investigaciones en su contra.