Gremios de transportistas, comerciantes y otros sectores alzarían su voz contra la creciente ola de violencia y extorsiones
La escalada de violencia y crimen organizado en el país habría llegado a un punto crítico tras el hallazgo de 13 mineros asesinados en Pataz, lo que estaría provocando un contundente rechazo ciudadano que se materializaría en un paro nacional este miércoles 14 de mayo. Miles de peruanos paralizarían sus actividades para exigir medidas concretas contra la inseguridad ciudadana, fenómeno que estaría dejando decenas de víctimas en todo el territorio nacional.
El paro, convocado inicialmente por el Comité de Gremios de Transportistas del Perú y la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), habría sumado a diversos sectores como comerciantes, estudiantes, sindicatos y organizaciones sociales, en lo que sería una de las movilizaciones más importantes de los últimos meses.
¿Qué estaría detrás de esta protesta?
La principal motivación habría sido el brutal asesinato de 13 trabajadores mineros en Pataz, La Libertad, quienes habrían sido secuestrados el 25 de abril y posteriormente encontrados sin vida en un socavón. Este crimen, catalogado como una «execrable masacre» por los organizadores del paro, no sería un hecho aislado sino el reflejo de una crisis de seguridad que se intensificaría día a día.
Según datos del Sistema de Registro de Denuncias Policiales (Sidpol), en solo los primeros tres meses de 2025 se habrían registrado más de 2,600 denuncias por extorsión en el país, siendo Cercado de Lima y San Juan de Lurigancho los distritos más afectados por esta modalidad delictiva.
El descontento ciudadano también se reflejaría en las encuestas. Un estudio reciente de Datum indicaría que el 52% de peruanos considera al gobierno como el principal responsable de la crisis de inseguridad, cifra que representaría un aumento de 8 puntos respecto a octubre de 2024. Más alarmante aún, el 80% de los encuestados creería que el Ejecutivo no cuenta con una estrategia efectiva para combatir la delincuencia.
Quiénes participarían y dónde se concentrarían
Entre los sectores que ya habrían confirmado su participación en el paro nacional estarían:
- Transportistas: Principalmente colectiveros, mototaxistas y transportistas informales. El sector de transportistas urbanos formales de Lima y Callao definiría hoy, 13 de mayo, si se suma a la protesta.
- Comerciantes: Gamarra cerraría totalmente, según lo anunciado por Carlos Choque, representante del Comité contra la extorsión y el sicariato de este centro comercial.
- Estudiantes y sindicatos: CGTP, SUTEP, FENATE y PERÚ CUT habrían expresado su respaldo a la medida.
- Otros gremios: Bodegueros, taxistas, barberos y víctimas de las masacres de 2022-2023 también se unirían a la protesta.
Sin embargo, no todos los sectores estarían participando. El emporio comercial de Mesa Redonda, a través de su presidente Alberto Cieza, habría anunciado que no se sumaría al paro, argumentando que su agenda sería diferente a pesar de que también enfrentarían problemas de extorsión.
Las protestas afectarían principalmente a Lima, Callao, La Libertad, Arequipa, Puno y Juliaca. En la capital, se esperaría una concentración en Gamarra y Unanue desde las 8:00 a.m., para luego partir a las 11:00 a.m. hacia el Congreso de la República.
Las exigencias del paro
Los organizadores del paro estarían planteando diversas demandas, entre las que resaltarían:
- Medidas concretas y efectivas para combatir la delincuencia organizada, las extorsiones y el sicariato.
- Mayor presencia policial y estrategias efectivas contra la criminalidad.
- Respeto por la ley y el estado de derecho.
- Mejores condiciones laborales para los sectores afectados por la violencia.
Algunos grupos más radicales también estarían exigiendo la renuncia inmediata de la presidenta Dina Boluarte, a quien considerarían incapaz de garantizar la seguridad ciudadana, y pedirían que se respete el referéndum de 2018 que prohibiría la reelección de congresistas.
Contexto de la protesta
El paro nacional no sería un evento aislado, sino la continuación de movilizaciones previas. El pasado 10 de abril, los transportistas de Lima y Callao ya habrían realizado un paro similar, dejando a miles de ciudadanos sin transporte y paralizando gran parte de la capital.
En esa ocasión, los gremios habrían entregado un acta al gobierno con un plazo de 30 días para responder a sus demandas, plazo que justamente vencería el 14 de mayo, fecha del nuevo paro. Hasta el momento, los manifestantes considerarían que las autoridades no habrían tomado medidas suficientes para resolver la crisis de seguridad.
Mientras tanto, el estado de emergencia en Lima Metropolitana y Callao habría sido extendido hasta el 16 de mayo mediante el Decreto Supremo N.º 046-2025-PCM, justificando la medida en el incremento de homicidios, sicariato, robos y extorsiones. Sin embargo, para los organizadores del paro, estas acciones no serían suficientes para enfrentar la ola de criminalidad.
¿Qué esperar mañana?
El paro podría generar un impacto significativo en la movilidad y la economía del país. Se esperaría que gran parte del transporte público se vea interrumpido, lo que dejaría a muchos ciudadanos sin opciones para desplazarse. Comercios y mercados como Gamarra cerrarían completamente, afectando el comercio local.
Las clases y otros servicios esenciales también podrían verse afectados, dependiendo de la participación de los sectores involucrados. Aun así, la magnitud final del paro dependería en gran medida de la decisión que tomen hoy los transportistas urbanos formales de Lima y Callao, cuya adhesión podría amplificar considerablemente el impacto de la protesta.
En este contexto, tanto las autoridades como la ciudadanía estarían a la expectativa de lo que sucederá mañana, en una jornada que promete ser un punto de inflexión en la lucha contra la inseguridad ciudadana en el Perú.