Cadetes denuncian acoso sexual, cobros ilegales y abandono médico bajo la gestión de Carlos Manuel Valer Cruces
Un explosivo reportaje de China Polo Dominical reveló este domingo una serie de irregularidades que presuntamente estarían ocurriendo en las escuelas de la Policía Nacional del Perú bajo la dirección del General Carlos Manuel Valer Cruces, quien dirige la Dirección de Educación y Doctrina (DIREDDOC).
Las denuncias, que involucran desde negligencia médica hasta acoso sexual y cobros ilegales por aprobar exámenes, evidenciarían un sistema de corrupción que habría convertido las instituciones formadoras de policías en negocios particulares.
Negligencia médica deja cadete sin graduarse
El caso más dramático es el de Nazari, una cadete de tercer año de la Escuela de Oficiales que habría sufrido una parálisis facial y posteriormente se convirtió en víctima de bullying sistemático por parte de sus superiores.
«Había un oficial que siempre decía: ‘No, ah, miren, ahí viene la tuerta, ahí viene la que te sonríe chueco'», relató la joven, quien además denunció que no recibió el descanso médico correspondiente y tuvo que continuar con sus servicios a pesar de su condición.
La situación se habría agravado cuando la doctora Lizbeth Milagros Iváñez Cabañas, jefe del Departamento de Neurología del Hospital de la Policía, le diagnosticó erróneamente miastenia gravis, una enfermedad degenerativa que significaría su baja automática de la institución.
Varios especialistas externos habrían descartado este diagnóstico, confirmando que solo se trataba de una parálisis facial. Sin embargo, Nazari continúa sin poder graduarse con su promoción debido a este presunto error médico.
Acoso sexual de mayor a cadete
Nazari también reveló haber sido víctima de acoso sexual por parte de un mayor de la Policía Nacional, quien habría aprovechado su cargo para presionarla. «Me acosaba bastante fuerte. Me decía: ‘tú sabes que yo te puedo sacar de la escuela, tú sabes que yo te puedo ayudar en tus notas'», denunció la cadete.
El oficial, quien se desempeñaría como jefe del departamento académico, habría usado su posición de poder para acosar a las estudiantes, sugiriendo que quienes no accedieran a sus requerimientos podrían ser desaprobadas.
Cobros de 100 soles por cada punto
La investigación también reveló un sistema de cobros ilegales donde los cadetes pagarían 100 soles por cada punto necesario para aprobar sus exámenes. «Te dicen: ‘a ver cuántos puntos te faltan’. Ya, perfecto. 100 por cada punto», explicó una fuente.
Este esquema habría funcionado con la complicidad de docentes que entregarían las respuestas de los exámenes a cambio de dinero, lo que explicaría por qué muchos estudiantes terminarían sus evaluaciones en apenas 20 minutos.
Cadetes convertidos en personal de limpieza
Otra irregularidad documentada es el uso de cadetes como personal de limpieza y mantenimiento. Los futuros policías serían obligados a limpiar oficinas, pintar cerros y mantener áreas verdes, tareas que deberían ser realizadas por personal especializado.
Esta práctica habría cobrado particular relevancia tras la muerte del cadete Harry Hidalgo, quien falleció al caerle una piedra mientras pintaba en un cerro, actividad que no correspondía a su formación policial.
Presupuesto millonario mal ejecutado
Las escuelas policiales habrían iniciado el año 2024 con un presupuesto de 9 millones de soles que posteriormente fue ampliado a 12 millones. Sin embargo, solo se habría ejecutado el 49.5% de estos recursos, equivalente a 7 millones de soles.
Esta subejecución presupuestal contrastaría con las carencias reportadas en las escuelas, donde existirían apenas 35 armas para entrenar a más de 1,200 alumnos, y donde los futuros policías recibirían únicamente 40 cartuchos durante toda su formación, menos de lo que se exige a un civil para obtener una licencia de armas.
Direccionamiento de contratos
En la Escuela de Posgrado, 190 oficiales habrían denunciado el direccionamiento de un contrato para la ceremonia de graduación de su diplomado. Según las fuentes, el General Valer habría influenciado para que fuera elegido el proveedor más caro, por un monto de 28,000 soles, pese a la oposición de los estudiantes.
El esquema habría incluido la emisión de facturas falsas a nombre de celebraciones del Día de Santa Rosa para justificar el gasto ante el Estado.
La «reina» de los ingresos pagados
El suboficial Oscar Vallasco Acosta, exdocente de la institución, confirmó haber escuchado sobre María Evila Cabanillas, quien presuntamente captaría civiles para que sus hijos ingresen pagando a las escuelas policiales.
«He escuchado de la escuela de suboficiales de Puente Piedra. En la escuela hay un grupo de inteligencia que trabaja en la escuela y no es de un año, no son dos años, tienen años trabajando», reveló Vallasco.
Asesora privilegiada
Otra irregularidad involucraría a la abogada Vanic Selene Julián Cruz, quien sería una de las asesoras «engreídas» del General Valer. Esta profesional tendría contratos simultáneos como locadora por 40,000 soles en el área de administración de las escuelas y como docente de la Escuela de Posgrado.
Recientemente habría participado en una convocatoria para un puesto fijo con un sueldo de 12,000 soles mensuales, proceso que habría presentado irregularidades al aparecer su nombre duplicado en los resultados.
Silencio oficial
China Polo Dominical intentó obtener la versión del General Carlos Manuel Valer Cruces sobre estas denuncias, pero el oficial habría preferido cortar las comunicaciones cuando se le consultó sobre estos temas.
La investigación evidenciaría un sistema de corrupción que habría permeado las instituciones encargadas de formar a los futuros policías del país, poniendo en riesgo tanto la calidad de la formación como la seguridad ciudadana.
Los denunciantes exigen una investigación exhaustiva por parte de las autoridades competentes y el saneamiento inmediato de las escuelas policiales para garantizar una formación digna y profesional de los futuros efectivos de la Policía Nacional del Perú.

