Investigación exclusiva revela negligencia en la gestión de Carlos Luis Urbano Durán con presupuesto de 293 millones
Señores, señoras, prepárense para conocer una realidad que los va a indignar profundamente. El Instituto Nacional de Salud del Niño en Breña, con más de 80 años de funcionamiento, se habría convertido en el símbolo de todo lo que está mal en nuestro sistema de salud pública. A pesar de contar con un presupuesto de más de 293 millones de soles para el 2025, los menores más vulnerables del país estarían sufriendo en condiciones que solo pueden describirse como deplorables.
La cruda realidad que nadie se atreve a contar
En una investigación exclusiva de China Polo Dominical, hemos podido constatar in situ las condiciones en las que operaría este emblemático hospital. Baños sin puertas, luces que no funcionan, pabellones deteriorados, pisos resquebrajados y salas en mal estado serían la norma, no la excepción. Esta boca no la calla nadie para denunciar que mientras los funcionarios se pasean cómodamente por sus oficinas, los niños esperarían hasta tres meses para conseguir una simple cita médica.
Una madre desesperada nos confesó: «He luchado para una cita para que lo vean. Le tienen que atender por emergencia y recién están haciendo análisis del corazón para ver qué tipo de bacteria es lo que tiene su cuerpo». Esta sería la realidad diaria de cientos de familias que buscan atención médica para sus pequeños.
50 millones congelados: el escándalo de la gestión
Aquí viene lo que realmente indigna, señores. Desde el 2022 se habrían aprobado más de 111 millones de soles específicamente para arreglar la infraestructura, remodelar salas y comprar equipos médicos. ¿Saben qué habría pasado con ese dinero? Según documentos oficiales, de los más de 60 millones destinados para la remodelación de salas de hospitalización, esterilización y hemodiálisis, solo se habría ejecutado poco más de 9.5 millones hasta el cierre del 2023.
Esto significa que más de 50 millones de soles estarían totalmente congelados mientras los pacientes seguirían siendo atendidos en ambientes precarios. ¿Cómo se explica semejante negligencia?
Proveedores irresponsables y multas que evidencian el caos
La situación se habría vuelto aún más grave en febrero de 2025, cuando el hospital enfrentó serias deficiencias por parte de sus proveedores. Las empresas contratadas para suministrar insumos médicos y servicios esenciales habrían incumplido sistemáticamente con sus obligaciones, generando penalidades que superarían los 15,000 soles.
Sied Perú, empresa contratada para abastecer reactivos para exámenes clínicos, habría sido sancionada en dos oportunidades por un total de 10,622 soles. Campitos, encargada del servicio de limpieza hospitalaria, habría recibido una multa de 4,700 soles por inasistencia de personal. Diego Medical también habría sido penalizada con 4,620 soles por no cumplir con la entrega de insumos esenciales.
Anestesiólogos «fantasma» y equipos inoperativos
Bajo la dirección de Carlos Luis Urbano Durán, el hospital habría sido escenario de irregularidades que ponen en duda la eficiencia de su gestión. Documentos oficiales de la Contraloría habrían revelado que tres anestesiólogos registraban asistencia en este hospital mientras simultáneamente trabajarían en EsSalud, dejando cirugías programadas sin supervisión médica completa.
Como si esto fuera poco, durante su gestión se habrían reportado equipos de rayos X completamente inoperativos, mientras que un nuevo resonador magnético, ecógrafos y otros equipos por más de 44 millones de soles seguirían siendo solo promesas en el papel.
Ministerios que miran hacia otro lado
El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables tendría la responsabilidad legal de supervisar que se respeten los derechos de los menores. Como nos explicó un especialista en derechos del niño: «En el ámbito de salud, si el hospital no está justamente atendiendo, el Ministerio de la Mujer puede incluso denunciar a la institución de salud porque cualquier entidad debe atender sin ninguna condición a un niño, cualquier niña por temas de salud».
Sin embargo, mientras los menores sufren en pasillos deteriorados, estos ministerios parecerían hacer oídos sordos a una realidad que grita pidiendo soluciones inmediatas.
La promesa vacía del nuevo hospital
El Ministerio de Salud habría lanzado la promesa de un nuevo hospital a través del Pronis, presentándolo como un megaproyecto que solucionaría todos los problemas. Pero más allá del anuncio mediático, ni siquiera se habría definido un terreno para instalar una sede provisional durante la construcción.
Reflexión final
Señores, señoras, esta sería la realidad con la que opera el Hospital del Niño. Mientras funcionarios como Carlos Luis Urbano Durán administran millones de soles, los menores más vulnerables del país estarían pagando el precio de una gestión que habría priorizado todo menos su bienestar.
Esta boca no la calla nadie cuando se trata de defender a quienes no pueden defenderse solos. Los niños del Perú merecerían mucho más que baños sin puertas, citas de tres meses y equipos inoperativos financiados con el dinero de todos los peruanos.