Atacantes encapuchados convirtieron una calle céntrica en zona de guerra
La tranquilidad de los chiclayanoes se vio brutalmente interrumpida la noche del martes 9 de septiembre cuando delincuentes ejecutaron un ataque incendiario contra una camioneta estacionada frente a la sede del Poder Judicial, ubicada en la cuadra uno de la calle Dallorso. El hecho, que pudo terminar en tragedia mayor, ha generado alarma entre los vecinos y autoridades locales.
Las cámaras de videovigilancia de un negocio cercano captaron el momento exacto del ataque a las 7:00 p.m. Las imágenes muestran la llegada de una mototaxi azul de la cual descendió un individuo que, sin dudar, arrojó un artefacto incendiario contra la camioneta estacionada para luego huir inmediatamente en el mismo vehículo menor.
Según testigos presenciales, las llamas se propagaron rápidamente por el vehículo, creando una escena de pánico entre los transeúntes. La rápida reacción de los vigilantes de seguridad del Poder Judicial, quienes utilizaron extintores para combatir el fuego, evitó que las llamas consumieran completamente la camioneta y se propagaran a otros vehículos o infraestructura cercana.
El vehículo afectado, valorizado en 13,000 dólares, pertenece a una ciudadana que afirmó no haber recibido amenazas previas al ataque, calificando lo sucedido como «inexplicable». La propietaria manifestó que posiblemente los delincuentes se habrían equivocado de objetivo, por lo que exigió a las autoridades una investigación célere para identificar y capturar a los responsables.
La Policía Nacional del Perú ha iniciado las investigaciones correspondientes, analizando las grabaciones de las cámaras de seguridad y recabando testimonios de testigos. Este ataque se suma a la creciente ola de actos delictivos que vienen azotando la región Lambayeque, generando preocupación entre la ciudadanía sobre la efectividad de las medidas de seguridad implementadas por las autoridades.
Señores y señoras, este tipo de actos vandálicos no solo atentan contra el patrimonio privado, sino que representan una amenaza directa a la seguridad ciudadana y al orden público. Es inadmisible que delincuentes actúen con tal impunidad frente a instituciones del Estado como el Poder Judicial.