Las cámaras de seguridad habrían captado el momento exacto cuando Miguel Sayauca amenazó al comerciante que protegió a las menores
En Villa María del Triunfo, un caso que habría generado gran indignación en la comunidad: un comerciante que defendió valientemente a dos niñas de un presunto acosador, estaría recibiendo amenazas de muerte por parte de los familiares del agresor.
Los hechos se habrían desarrollado cuando Luis Ramos Tafur, de 28 años, presuntamente en estado de ebriedad, se habría acercado de manera inapropiada a dos menores que se encontraban afuera de un local de accesorios de telefonía en VMT. Las niñas, asustadas por la actitud del sujeto, habrían ingresado al establecimiento buscando protección.
El dueño del local, al percatarse de la situación de peligro que enfrentaban las menores, habría decidido confrontar al presunto acosador y le propinó un golpe para obligarlo a retirarse del lugar, defendiendo así a las pequeñas víctimas.
Sin embargo, la pesadilla para este buen samaritano apenas habría comenzado. Días después del incidente, Miguel Sayauca, quien sería familiar del presunto agresor, habría llegado al establecimiento acompañado de una mujer que sería la hermana del acosador, portando palos y botellas con claras intenciones intimidatorias.
Las cámaras de seguridad del local habrían registrado el momento exacto cuando Sayauca amenazó de muerte al comerciante. «Tú no me conoces. Vamos afuera», le habría dicho de manera agresiva, según reportó el programa «Desvelados».
«Tenía un palo y una botella», declaró el dueño del negocio, quien pese al miedo, habría intentado defenderse de las agresiones y amenazas. El comerciante no se habría quedado callado ante la intimidación y habría tratado de evitar ser agredido.
La situación habría evidenciado un patrón preocupante: en lugar de que la familia del presunto acosador reconociera el comportamiento inapropiado de su pariente hacia las menores, habrían optado por amenazar a quien actuó correctamente protegiendo a las niñas.
Este caso estaría generando debate sobre la falta de protección hacia los ciudadanos que deciden hacer lo correcto y defender a los más vulnerables, especialmente cuando se trata de menores de edad en situaciones de peligro.
Las autoridades correspondientes deberían tomar cartas en el asunto para garantizar la seguridad del comerciante que, lejos de recibir amenazas, debería ser reconocido por su valentía al proteger a dos niñas indefensas de un presunto depredador.