La PNP detuvo al joven que habría incendiado vehículos por negarse a pagar cupos
José Manuel Chancavilca Rodríguez (21), alias «Josué», habría sido capturado por la Policía Nacional del Perú la noche del 9 de mayo en San Juan de Lurigancho. El joven estaría implicado en el reciente ataque a cústers de una empresa de transporte informal ubicada en la prolongación Santa Rosa.
Según las autoridades, el detenido sería integrante de la organización criminal «La Nueva Generación», banda extorsionadora que estaría detrás del atentado que terminó con tres unidades completamente calcinadas en la madrugada del pasado viernes.
Durante el operativo en la vivienda del presunto criminal, la policía habría encontrado un arsenal completo para cometer actos delictivos: seis cartuchos de dinamita, catorce municiones, cinco celulares aparentemente robados, drogas y dos cartas con mensajes extorsivos que presuntamente habrían sido utilizadas para amenazar a dueños de diversos negocios.
El coronel Marcial Flores, jefe de la División Policial Este 1, habría indicado a medios locales que vecinos de la zona del ataque colaboraron con información clave para ubicar al sospechoso, señalando que uno de los atacantes residía en Huáscar. Estos testigos habrían preferido mantenerse en el anonimato por temor a represalias.
Familiares del joven detenido reclaman su inocencia en la dependencia policial; sin embargo, las autoridades sostienen que alias «Josué» tendría antecedentes por tráfico ilícito de drogas.
UN PATRÓN DE EXTORSIÓN Y VIOLENCIA
El incendio de las tres cústers que cubrían la ruta Huáscar-Gamarra habría sido una represalia contra el dueño de la empresa, quien supuestamente se habría negado a seguir pagando cupos de S/100 semanales por cada vehículo.
«La Nueva Generación» no sería novata en este tipo de delitos. En abril, la PNP detuvo a tres presuntos integrantes de esta banda criminal tras un ataque con explosivos a la cevichería «Las Delicias» en el mismo distrito. En aquella ocasión, también se les habría encontrado drogas, chips, explosivos y afiches que los vincularían directamente con el atentado.
Esta organización criminal estaría sembrando terror entre los comerciantes y empresarios de esta zona de Lima, quienes vivirían bajo constante amenaza.