ActualidadCadete denuncia negligencia médica y bullying que le habría impedido graduarse

Avatar photo Redacción CP3 de septiembre de 2025

Doctora del Hospital de la Policía presuntamente diagnosticó erróneamente enfermedad degenerativa a estudiante con parálisis facial

Una cadete de tercer año de la Escuela de Oficiales de la Policía Nacional denunció ante China Polo Dominical haber sido víctima de negligencia médica y bullying sistemático que la habría dejado sin poder graduarse con su promoción, pese a que varios especialistas descartaron el diagnóstico inicial que le impediría continuar en la institución.

Nazari, quien prefirió mantener en reserva su apellido, sufrió una parálisis facial mientras estudiaba en la Escuela de Oficiales, condición que presuntamente habría sido mal diagnosticada por la doctora Lisbeth Milagros Iváñez Cabañas, jefe del Departamento de Neurología del Hospital de la Policía Nacional.

Parálisis facial convertida en pesadilla

El calvario de Nazari habría comenzado cuando, durante sus estudios, sintió súbitamente que tenía «la cara congelada». Tras ser trasladada al policlínico y posteriormente al hospital, la estudiante no habría recibido el descanso médico correspondiente ni las terapias necesarias.

«Me dijeron: ‘No, servicio, servicio, tú tienes que cumplir con tu servicio’. Era más la humillación que ellos me hacían, porque con la cara chueca yo tenía que estar viendo a los cadetes menos antiguos», relató la joven en el reportaje de China Polo Dominical.

La situación se habría agravado cuando oficiales superiores comenzaron a burlarse de su condición. «Había un oficial que siempre decía: ‘No, ah, miren, ahí viene la tuerta, ahí viene la que te sonríe chueco, la que es coqueta'», recordó entre lágrimas.

Diagnóstico erróneo que cambió su futuro

El punto crítico llegó cuando la doctora Iváñez Cabañas presuntamente le diagnosticó miastenia gravis, una enfermedad neuromuscular degenerativa que significaría automáticamente su baja de la Policía Nacional.

«La doctora ni bien me vio, me dijo: ‘¿Sabes qué? Tú tienes miastenia gravis’. No reaccioné ni al test de neostigmina ni a la prueba de hielo que era para la enfermedad que ella decía. Sin embargo, ella en la historia clínica pone que sí», denunció Nazari.

La situación se volvió más preocupante cuando la doctora la hospitalizó bajo este diagnóstico erróneo y comenzó a medicarla para una enfermedad que no padecía.

Múltiples especialistas descartan el diagnóstico

Buscando una segunda opinión, Nazari se sometió a una electromiografía con el doctor José Luis Alfaro, reconocido especialista en el área. «El doctor también me dice: ‘Hija, tú no tienes esto. Solamente es una parálisis. Regresa con este resultado y dile a la doctora que no es'», recordó.

No conforme con una sola segunda opinión, la cadete buscó más especialistas. «Regresé no solo con ese diagnóstico, sino con varios diagnósticos de diferentes neurólogos, descartando la miastenia gravis y recalcando que solo se trata de una parálisis facial», explicó.

Pese a la evidencia médica que demostraba el error en el diagnóstico inicial, la junta médica habría insistido en catalogar su condición como «un trastorno neuromuscular no especificado» y solicitó procedimientos adicionales que la cadete consideró innecesarios y riesgosos.

Abandono institucional

Nazari, quien es de provincia y no cuenta con familia en Lima, denunció haber estado completamente sola durante este proceso. «Nazari está convencida que esto ocurrió en el hospital porque la escuela no la apoyó y la dejaron abandonada en manos de la doctora y nunca fueron a verla», señala el reportaje.

La estudiante manifestó haber intentado comunicarse en múltiples ocasiones con las autoridades de la escuela para solicitar apoyo, pero sus pedidos habrían sido ignorados. «¿Cuántas veces no habré llamado rogándole al coronel anterior que por favor vean mi caso, que era algo injusto?», se preguntó.

Acoso sexual adicional

Como si la negligencia médica y el bullying no fueran suficientes, Nazari también denunció haber sido víctima de acoso sexual por parte de un mayor de la Policía Nacional, quien habría aprovechado su cargo para presionarla.

«Me acosaba bastante fuerte. Venía en su carro, me esperaba fuera, venía a mi pabellón, me decía: ‘tú sabes que yo te puedo sacar de la escuela, tú sabes que yo te puedo ayudar en tus notas'», reveló, pidiendo mantener en reserva el nombre del oficial para evitar represalias.

El mayor, quien se desempeñaría como jefe del departamento académico, presuntamente habría usado su posición para sugerir que quienes no accedieran a sus requerimientos podrían ser desaprobadas.

Cobros por aprobar exámenes

La cadete también reveló la existencia de un sistema de cobros donde los estudiantes pagarían 100 soles por cada punto necesario para aprobar sus exámenes. «Te dicen: ‘a ver cuántos puntos te faltan’. Ya, perfecto. 100 por cada punto», explicó, describiendo cómo algunos docentes entregarían las respuestas a cambio de dinero.

Búsqueda de justicia

En su última junta médica del 22 de agosto, Nazari habría confrontado a la doctora Iváñez Cabañas con los informes que descartaban su diagnóstico inicial. «Doctora, usted se equivocó con mi diagnóstico, me medicó a mí para una enfermedad que no era», le habría dicho.

Sin embargo, la respuesta médica habría sido solicitar nuevos exámenes, lo que la cadete considera una injusticia. «Esto es una negligencia médica que a mí me afectó. Si a mí me hubieran dicho: ‘¿Sabes qué? Mira, te vamos a apoyar, se te va a dar tiempo, se te va a dar plazo como a muchas personas'», manifestó.

Pedido al General Valer

Nazari hizo un llamado directo al General Carlos Manuel Valer Cruces, director de la DIREDOC, quien supervisa todas las escuelas policiales del país: «General Valeri, yo quiero que vea mi caso. Esto es algo injusto. Es una negligencia médica».

La cadete expresó su determinación de continuar luchando por su sueño de ser policía: «Yo quiero regresar a la policía porque siento que es mi vocación y si tengo que ir a pelearme con todo el mundo para regresar, yo no voy a tener miedo en hacerlo».

Silencio oficial

China Polo Dominical intentó obtener la versión del General Valer sobre este caso y otras irregularidades en las escuelas policiales, pero el oficial habría preferido cortar las comunicaciones.

El caso de Nazari evidenciaría fallas sistemáticas en el sistema de salud policial y en el apoyo institucional a los cadetes, especialmente a aquellos que no cuentan con recursos o conexiones familiares en Lima.

La joven, quien manifestó haber «callado muchas cosas» y «sufrido un montón», ahora decide hacer pública su denuncia con la esperanza de que su caso sirva para que otros estudiantes no pasen por la misma situación.

«Realmente creo que acá es cuando uno demuestra que realmente quiere volver a una institución a pesar de que tú sabes que luchas contra todo un sistema», concluyó, haciendo un llamado para que se investigue y corrija la situación en las escuelas policiales del país.

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