El sistema judicial se deslinda de responsabilidad mientras Jhon Cruz camina libre tras 17 años
El escándalo que tiene indignado al país toma un nuevo giro. Luego de que se conociera la liberación de Jhon Cruz Arce, presunto cabecilla de la organización criminal «Los Pulpos», la Corte Superior de Justicia de Tacna salió a deslindarse de toda responsabilidad, asegurando que «no ordenó la excarcelación» del peligroso delincuente.
Cruz Arce, quien había cumplido apenas 17 de los 25 años de condena por el asesinato de su expareja, recuperó su libertad el pasado 15 de julio tras acogerse al beneficio penitenciario de redención de pena por trabajo y estudio. El reo, que permanecía recluido en el penal de máxima seguridad de Challapalca desde 2008, habría logrado reducir su condena aplicando la fórmula de dos días de trabajo y estudio por uno de carcelería.
La polémica decisión ha generado un ping-pong de responsabilidades entre las autoridades. Según el comunicado oficial del Poder Judicial, el juzgado de primera instancia había declarado improcedente la demanda de hábeas corpus presentada por la defensa de Cruz. Sin embargo, la Sala Penal de Apelaciones revocó esta decisión, declarando nula la resolución emitida por el INPE y ordenando que se emita una nueva resolución que evalúe correctamente la solicitud del interno.
El punto central de la controversia radica en que la autoridad penitenciaria habría aplicado «una ley penitenciaria que no regía al momento en que la sentencia del interno adquirió firmeza». Los magistrados argumentan que debía aplicarse la ley vigente cuando la condena quedó firme, no una posterior más restrictiva.
«La Sala Penal de Apelaciones no ordenó la excarcelación del actor Jhon Smith Arce Cruz», sostiene categóricamente el comunicado, trasladando toda la responsabilidad al INPE, que sería el único organismo competente para resolver este tipo de beneficios penitenciarios.
La liberación de Cruz Arce ha generado alarma en la ciudadanía, especialmente considerando que es señalado como el líder de «Los Pulpos», una de las organizaciones criminales más peligrosas del país. Su salida en libertad plantea serias dudas sobre el funcionamiento del sistema de justicia peruano y la aplicación de beneficios penitenciarios a delincuentes de alta peligrosidad.