Video viral expone disputa de poder entre bandas criminales dentro del penal de Chincha
Un nuevo video de amenazas contra los agentes del Instituto Nacional Penitenciario del Perú (INPE) habría sido difundido en redes sociales, exponiendo la grave crisis de seguridad que enfrentaría el sistema penitenciario nacional. En las imágenes, presuntos integrantes de una banda criminal habrían exigido que los cabecillas de sus redes delictivas no sean trasladados del penal de Chincha, ubicado en la región de Ica.
«Somos Los Chukys del Peter, grandazo, los que controlamos todo el terreno, sindicato, merca y sicariato en todo Chincha. Nadie los mueve del penal, sino habrá sangre», habría declarado uno de los delincuentes en el video. El material habría sido grabado dentro de la misma cárcel, evidenciando la pérdida de control de las autoridades penitenciarias.
Julio César Burga, presidente del Sindicato de Trabajadores del INPE, habría indicado que este grupo criminal vendría atemorizando e imponiéndose sobre otras organizaciones delincuenciales de forma interna. «Los delegados están disputando el poder para dirigir los pabellones», habría expuesto a Panamericana.
Según Burga, los hampones buscarían generar ingresos ilícitos, además de obtener el mandato dentro de prisión. «Asumir la delegatura de un penal te empodera como interno y dentro de los penales corre dinero. Lo que quieren es batutear, boicotear a los delegados para asumir la delegatura, por un tema económico y de poder», habría explicado.
El dirigente sindical habría advertido que si los agentes INPE ceden ante este tipo de amenazas, se daría lugar a la mafia organizada. «Es una forma para dar un mensaje a la institución, con el objetivo de que los mueva a esos internos. Y se deje la cancha libre a otros», habría revelado.
Esta amenaza sería la segunda contra las autoridades del INPE en menos de una semana. La primera habría ocurrido el pasado viernes 4 de julio, cuando se habría mencionado al director del penal de Chincha y a su jefe de seguridad.
La situación evidenciaría la grave crisis que atravesaría el sistema penitenciario peruano, donde las bandas criminales habrían tomado control de facto de las prisiones, desafiando abiertamente a las autoridades y poniendo en riesgo la vida de los trabajadores del INPE.